lunes, 13 de abril de 2009

Un miau para sí, dos para no


Con el pasar de los días (y las semanas) uno empieza a escuchar de diferente forma el maullido de su felino compañero. Como si se tratase de un bebé, los gatitos también usan diferentes expresiones para comunicarnos sus necesidades. En mi experiencia, empecé a notar que el llanto de comida, era diferente al llanto de baño, diferente al llanto de engreimiento y al de sueño...

Es importante compartir el tiempo suficiente con nuestro gato, de manera que podamos realmente comunicarnos con el.

Aqui una anecdota personal...

Siempre he movilizado bastante a mi gatito de una casa a otra, por lo cual, el maullido de baño se convierte en comunicación fundamental (no en todas partes hay una caja de arena).

Desde el comienzo, le enseñé a que el periódico es el lugar alternativo a su caja de arena. Sin embargo, debo admitir que más de una vez se me pasó ponerle su respectivo papel al llevarlo a un lugar nuevo.

Ahora bien, mi pequeño minino al no encontrar el sitio "designado" empieza a maullar bastante fuerte y dar vueltas y vueltas. Empieza a oler cada rincón, cada esquina... es solo después de un largo rato, si no ha encontrado su periodico, que decide "bautizar" un nuevo sitio.

Así, como verán, saber escuchar a nuestra mascota, a veces puede librarnos de algunos "inconvenientes".

Los dejo porque mi gato me esta llamando.... Ya vooooy!


miércoles, 25 de marzo de 2009

"Buenos días mi bebé gatuno"



Esa noche llegué a mi casa muy tarde y entré directamente a mi cuarto. Recién al día siguiente les contaría a mis papas del nuevo integrante de la familia.

Por suerte, el pequeño (aún sin nombre hasta ese momento) no maullo, ni lloro... solo caminaba con un aire algo perdido por mi cuarto. Al verlo en el suelo.. no podia creer que una cosita tan chiquita estuviese en mi dormitorio, pero con todo asi... el pequeño solo miraba los enormes muebles que se presentaban ante el.

Bueno, a dormir...

Siendo su primera noche y adelantándome a que el pobre tuviese miedo y llorara (y mis papás lo sintieran) lo llevé conmigo a mi cama y lo acosté a mi costado.

A estas alturas debo hacer la aclaración, que no esta recomendado que las mascotas duerman en la misma cama que nosotros.

Los animalitos siempre deben tener su propio espacio.

Sin embargo, siendo su primera noche en casa me dispuse a dormir a su lado. Y bueno... ahi queda el "me dispuse" porque siendo tan pequeño el gatito, tenia miedo que en una de mis acomodadas nocturnas lo terminara chancando, por lo cual casi no dormi esa noche!! 

A la mañana siguiente, el pequeño aún dormía cuando yo abri el ojo (por 50esima vez desde que me habia "dispuesto a dormir"). Superamos nuestra primer noche...

Buenos días mi bebé gatuno.

viernes, 20 de marzo de 2009

El primer baño



Adoptar una mascota es algo lindo, pero adoptar a los "inquilinos" que vienen con ella, NO.

Dado que el pequeño minino habia estado expuesto a la intemperie y su mamá, en un principio, habia sido una gatita de la calle, estaba... como decirlo? INFESTADO DE PULGAS!!!

Oh problema, y que hacer?

Inmediatamente lo llevamos a la veterinaria. Ahi, la doctora le corto las uñas y le puso su primera pipeta antipulgas. (de la cual ya hablaré un poco luego)

Ya que debiamos esperar que esta hiciera efecto, el pobre minino tuvo que esperar en su cajita (dos horas!!) hasta que todas las pulgas murieran. Para agilizar el proceso, y ya habiendo pasado un tiempo pertinente, mi enamorado procedio a espulgar al gatito.

El primer debate se desató entonces... lo bañamos?

Ninguno de los dos habiamos tenido un gato antes, por lo cual mama internet tuvo que enseñarnos un poco.

Un gato, no debe ser bañado antes de completar su ciclo de vacunas.

Chequeen la solución alternativa:


miércoles, 18 de marzo de 2009

La caja de cartón



Esta historia en particular comienza un 27 de diciembre de 2008.

¿Qué pasó?

Siendo alrededor de las 2 de la tarde, me reuní con mi enamorado cerca del cruce de la Av. Jv. Prado y Puente Quiñones. Habia de darme mi regalo de navidad atrasado.

Caminamos hacia un portón gris. Ahí, mi enamorado tocó la puerta y una amable señorita nos abrió. Una vez adentro, nos pidió que esperaramos un momento para luego volver con una cajita de cartón en brazos.

Al mirar dentro de ella, mi corazón se derritió en un segundo... de aquella pequeña cajita de cartón se asomaban tres gatitos flaquitos y maullando. Alzaban sus patitas queriendo salir de la caja.. un espectaculo adorable.

Esa fue la primera vez que vi a mi bebé...

Escribo este blog con la intención de contar un poco de mi experiencia como mama gatuna y compartir todas las peripecias de criar a un compañero felino.

Ahi vamos!